sábado, 21 de septiembre de 2013

La estructura de la psique



En el modelo de Jung la Psique consta de tres partes: la Conciencia, el Inconsciente Personal y el Inconsciente Colectivo.

La Conciencia tiene una función fundamental que es servir al sujeto para adaptarse al ambiente. El yo es la parte central de la Conciencia y tiene la función de otorgar el sentido de continuidad e identidad personal a través de la vida, el sentido de si mismo.  Organiza la actividad consciente que consta de pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes.

Además el yo juega el papel de guardián del umbral de la Conciencia, de modo de que todo lo que no entre en su actividad permanece inconsciente. El papel selectivo del yo permite que el individuo mantenga su sentido de identidad y continuidad personal, pues a través de la selección y eliminación de ciertos materiales psíquicos el sujeto se siente organizado y portador de una identidad.

El Inconsciente Personal abarca aquellos aspectos de la Psique que han sido reprimidos y los recuerdos aparentemente olvidados. También contiene las funciones de la "percepción subliminal" y la actividad de los sueños y fantasías relacionadas con recuerdos, deseos y experiencias personales reprimidas u olvidadas. Jung, en este aspecto, subscribe parcialmente la concepción de Freud.

También, el Inconsciente Personal, puede contener experiencias personales olvidadas o reprimidas por otras motivaciones, y sobre todo en su actividad destacan los "Complejos”. El Inconsciente Personal, a diferencia de los procesos conscientes que pueden ser conocidos directamente, solo puede ser inferido a través de ciertas actividades humanas como los síntomas, los Complejos y los Símbolos.

El Inconsciente Colectivo, es muy importante en la vida del sujeto. Es el substrato mas profundo de la Psique, presente en todos los individuos desde su nacimiento. Conforma la dimensión objetiva de la Psique (frente a la subjetiva del Inconsciente Personal), al contener la experiencia humana de las generaciones del pasado de la Humanidad. El Inconsciente Colectivo está dotado de propósito e intencionalidad, cuya fuerza energética reposa en elementos primordiales llamados "Arquetipos”. No puede enfermar, ya que contiene las experiencias y los mensajes primordiales de la Humanidad y no deriva de las experiencias ambientales y personales del sujeto.

En el modelo de Jung la psique consta de tres partes: la conciencia, el inconsciente personal y el inconsciente colectivo.

 

La conciencia tiene un papel secundario respecto a los dos inconscientes. Su función fundamental es servir al sujeto para adaptarse al ambiente. El "ego" es la parte central de la conciencia y tiene la función de otorgar el sentido de continuidad e identidad personal a través de la vida, el sentido de "si-mismo". Esta parte de la mente, que es la conciencia, es la única parte que el individuo conoce directamente. El Yo (ego) por lo tanto no es idéntico a la totalidad de la Psique. Esta actividad yoica organiza la actividad consciente que consta de pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes.

 

Además el yo juega el papel de guardián del umbral de la conciencia, de modo de que todo lo que no entre en su actividad permanece inconsciente. El papel selectivo del yo permite que el individuo mantenga su sentido de identidad y continuidad personal, pues a través de la selección y eliminación de ciertos materiales psíquicos el sujeto se siente organizado y portador de una identidad, identidad que se vería amenazada por la irrupción de la psicosis y la desorganización personal si la función del yo desapareciera por completo. Sin embargo las funciones del yo cuando son en exceso preponderantes, desequilibran la homeostasis con los elementos inconscientes de la psique, y producen determinados trastornos psicológicos como las neurosis.

 

El inconsciente personal abarca aquellos aspectos de la mente que han sido reprimidos y los recuerdos aparentemente olvidados. También contiene las funciones de la "percepción subliminal" y la actividad de los sueños y fantasías relacionadas con recuerdos, deseos y experiencias personales reprimidas u olvidadas. Jung, en este aspecto del inconsciente personal subscribe parcialmente la concepción de Freud.

 

El inconsciente personal no se caracteriza Jung por tener solo una carga sexual y/o agresiva. Este punto lo aclara en una concepción de la Libido distinta a la freudiana. La libido o energía psíquica inconsciente que guía las motivaciones humanas tiene para Freud una finalidad sexual, mientras que para Jung tiene un componente indiferenciado al estilo de la energía vital (elan vital) de Henri Bergson . La libido para Jung es una energía vital indiferenciada, el soplo de la misma "alma", concebida psicológicamente. También, el inconsciente personal, puede contener experiencias personales olvidadas o reprimidas por otras motivaciones, y sobretodo en su actividad destacan los "Complejos". El inconsciente personal, a diferencia de los procesos conscientes que pueden ser conocidos directamente al percatarnos de ellos, solo puede ser inferido a través de ciertas actividades humanas como los síntomas, los complejos y los símbolos. Jung propuso que su "test de asociación de palabras" puede detectar los complejos vinculados al inconsciente personal (Freud lo tubo en cuenta, en la época en que ambos colaboraron, pero lo relegó a segundo plano frente a su método de "asociación libre"). En el método de la asociación de palabras se le pide al sujeto que conteste a una palabra, de una lista de unas cien palabras, con la primera que se le venga a la mente. El examinador toma nota de la respuesta junto al tiempo que se tarda en responder. Si el sujeto no percibe inconscientemente que la palabra estímulo no se relaciona con ningún complejo (ver apartado de los complejos) este responderá rápidamente con alguna otra palabra.

 

Jung consideró que determinadas respuestas indican la presencia de un complejo emocional : (1) una reacción retardada , (2) respuestas múltiples (el sujeto emplea varias palabras como indicador de no control de su respuesta, que intenta ocultar ), (3) respuestas personales (p.e ante la palabra estímulo se responde : bailar--->la amo , azar---->no creo en el) , (4) la perseveración (dar las mismas respuestas ante palabras estímulos muy variadas ) , (5) responder con una asociación superficial (p.e casarse---->casado) , (6) repetir la misma palabra del estímulo , (7) la absoluta imposibilidad de responder (el indicador más fuerte de la presencia de un complejo ) , (8) indicadores de pobre reproducción (cuando en una segunda pasada del test hay más de un 20% de respuestas diferentes puede estar presente un complejo) y (9) la presencia de respuestas emocionales al test como el tartamudeo, el carraspeo, sonrojarse, sorpresa, cambios frecuentes de postura y otras reacciones . La concepción del inconsciente personal se basa en la teoría de los complejos, y difiere de la freudiana, en cuanto al papel autónomo que tienen estos en la concepción de Jung. En el apartado de los complejos nos extenderemos en este punto.

 La tercera región de la psique, el inconsciente colectivo, es la más importante en la vida del sujeto. Es el substrato más profundo de la mente, presente en todos los individuos desde su nacimiento. Conforma la dimensión objetiva de la psique (frente a la subjetiva del inconsciente personal) , al contener la experiencia humana de las generaciones de la humanidad . El inconsciente colectivo está dotado de propósito e intencionalidad, cuya fuerza energética reposa en elementos primordiales o arcaicos, llamados "arquetipos" . Esta región de la mente jamás puede enfermar, ya que contiene las experiencias y los mensajes primordiales de la humanidad. Por otro lado el inconsciente colectivo no deriva de las experiencias ambientales y personales del sujeto.

El inconsciente colectivo

Jung asegura que, así como la evolución tiene una importancia incidencia en el cuerpo, también la tiene sobre el psiquismo. La mente está ligada al pasado, no solamente al pasado de la infancia sino también al pasado de la especie. El inconciente colectivo es una porción del psiquismo que no depende de la experiencia personal y su contenido es un depósito de predisposiciones y potencialidades para experimentar y responder al mundo de las misma manera que lo hacían los antepasados de la especie. Estas predisposiciones que hereda el ser humano se expresarán y desarrollarán de distintas maneras según el contexto y las experiencias que le toque vivir a cada individuo. Capa estructural de la psique humana que contiene elementos heredados, difiere del inconsciente personal (...). El inconsciente colectivo contiene toda la herencia espiritual de la evolución de la humanidad, que nace nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo. Jung derivó su teoría del inconsciente colectivo de la ubicuidad de los fenómenos psicológicos que no podían explicarse en base a la experiencia personal. La actividad de la fantasía inconsciente, por ejemplo, puede caer en dos categorías: 1-Fantasías (incluyendo sueños) de carácter personal, que vuelven indiscutiblemente a experiencias personales, cosas olvidadas o reprimidas, y por eso se pueden explicar totalmente a través de la anamnesis individual. 2-Fantasías (incluyendo sueños) de carácter impersonal, que no pueden reducirse a experiencias pasadas del individuo, y por eso no se pueden explicar como algo adquirido individualmente. Estas imágenes de la fantasía sin duda tienen sus análogos más cercanos en los tipos mitológicos...Ya que estos casos son tan numerosos, estamos obligados a suponer la existencia de un sustrato psíquico colectivo, que yo he llamado el inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo -antes de entrar en detalles- parece estar constituido por motivos mitológicos o imágenes primordiales, razón por la cual los mitos de todas las naciones son sus verdaderos exponentes. De hecho, toda la mitología puede considerarse una especie de proyección del inconsciente colectivo...Por lo tanto, podemos estudiar el inconsciente colectivo de dos maneras: en la mitología o en el análisis del individuo. Cuanto más ahondemos en la asimilación de los contenidos del inconsciente personal, más nos acercaremos a las revelaciones subyacentes en el rico estrato de imágenes y motivos contenidos en el inconsciente colectivo. Así se produce la expansión de la personalidad. De este modo, surge una conciencia que ya no está aprisionada en el pequeño y extremadamente sensible mundo personal del ego, sino que participa libremente en el mundo más amplio de los intereses objetivos. Esta conciencia ampliada ya no es ese quisquilloso y egoísta conjunto de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones personales que siempre debe ser compensado o corregido por las contratendencias inconscientes; más bien, es una función de relación con el mundo de los objetos, que conduce al individuo a una comunión absoluta, valedera e indisoluble con el mundo en general (ii) n arquetipo es un modelo o ejemplo de ideaso conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema. El inconsciente colectivo es la región de la estructura de la mente más profunda y de mayor importancia para Jung. Es la fuente de toda la energía psíquica, incluida la consciencia, y es la parte básica de la libido. Posibilita que el sujeto se ponga en contacto con las fuerzas cósmicas supra-individual (No en vano se ha considerado a Jung como el primer psicólogo transpersonal). Contiene toda la herencia espiritual de la evolución de la humanidad, las grandes "imágenes primordiales" de como las cosas han sido para la humanidad, y aparece nuevamente en la estructura cerebral de los sujetos. El inconsciente "objetivo" es el inconsciente colectivo, al contener la misma información heredada para todos los sujetos, frente al inconsciente personal que es de tipo "subjetivo" al contener las experiencias y deseos personales de la vida particular de cada uno. Las imágenes primordiales son los "arquetipos”. Los arquetipos, los define Jung, como formas o imágenes de naturaleza colectiva, que dan casi universalmente como constituyentes de los mitos y, al propio tiempo, como productos individuales autóctonos de origen inconsciente. Los arquetipos son los patrones fundamentales de la formación de símbolos que se repiten en los contenidos de las mitologías de todos los pueblos de la historia de la humanidad. De los arquetipos dependen las últimas y más profundas motivaciones de la mente y la conducta humana individual y colectiva. Las pautas culturales en última instancia dependen de los arquetipos. Son los substratos universales y perennes de toda la vida psicológica individual y colectiva. En la concepción de Jung, los arquetipos no se refieren tanto a contenidos específicos de la mente, sino más bien a tendencias dominantes que estructuran intrínsecamente la mente inconsciente . De este modo se entiende, pongamos por caso, la existencia de diferentes religiones pero con arquetipos o "imágenes primordiales" similares. Lo que se hereda en los arquetipos son los patrones subyacentes a la formación de símbolos, no los mismos símbolos. Los símbolos, expresan conscientemente la parte de configuración de los arquetipos inconscientes subyacentes. Las imágenes y las ideas en las que se expresan los arquetipos, que son los patrones fundamentales en la formación de símbolos, se manifiestan en una gama simbólica que barca experiencias tan diversas como los sueños, el arte, las mitologías y religiones, las llamadas experiencias "paranormales" y gran infinidad de actividad humana. Jung identifica varios arquetipos en la humanidad. Entre estos están el arquetipo de Dios . A partir de la adoración al dios-sol que da calor y luz, las religiones han simbolizado de manera distinta a Dios. Para Jung el hecho de que existan los arquetipos como universales inconscientes, no determina la no existencia real de lo simbolizado en los mismos. El arquetipo del héroe o de Dios, no niega o afirma la existencia misma de los héroes o de Dios. El problema para Jung, no era confirmar o negar los símbolos como algo con realidad externa a la mente, sino como la mente ya lleva pre-configurada la posibilidad de creación de símbolos a partir de los arquetipos del inconsciente colectivo. Jung estaba interesado por las expresiones universales de la mente, no por el misticismo ajeno a esta. En la obra de Jung se hace referencia a múltiples arquetipos como es el héroe niño, representado por Moisés salvado de las aguas, Jesús ocultado por José y María, etc. el arquetipo del viejo mago que representa la sabiduría de la experiencia pasada, el arquetipo del nacimiento, de la madre, etc. El inconsciente albergaría, también, todo contenido psíquico de carácter subliminal, el cual no ha alcanzado los límites de la consciencia. Junto a contenidos de la experiencia personal que nunca alcanzaron a ser percibidos pero fueron registrados, el inconsciente poseería dos tipos de procesos que no serían explicables a través de las adquisiciones personales: los instintos, los impulsos naturales y los contenidos que constituirían imágenes o adquisiciones de orden colectivo, predisposiciones compartidas por toda la gente y manifestado a sí mismo en la conducta, sin tener en cuenta la cultura. Estas imágenes se propagarían a lo largo del tiempo y e una forma universal, que surge gracias a una función psíquica natural. El inconsciente, por tanto, no sólo posee elementos de carácter personal, sino que también posee elementos de carácter impersonal o colectivos expresados en la forma de categorías heredadas o arquetipos, predisposiciones innatas que pueden producir realmente imágenes y conceptos poderosos. Entre los arquetipos importantes encontramos el poder, los de la relación con los miembros del sexo opuesto, los de creencia en algo más grande, la guía, la maternidad y la paternidad. Es importante destacar que los arquetipos no son contenidos sino formas que, gracias a la experiencia individual repetida, son despertadas por los eventos con el mundo externo, ordenando las representaciones que "aseguran en todo individuo la similitud, y aún la igualdad, de la experiencia y de la creación imaginativa" (JUNG, 1991, pag.54). En el estudio del inconsciente colectivo y el tratamiento de las afecciones psíquicas encontramos en Jung métodos basados en el concepto del arquetipo: por un lado, encontramos el estudio de la significación de los sueños, que no son considerados, como en la teoría freudiana, como satisfacción de los deseos de la libido, sino como mensajes el inconsciente que revelan el problema, tanto como la solución. Otro método, considerado por Jung uno de los más importantes, es el de la imaginación activa, en el cual el individuo une los materiales pasivos del inconsciente con influjos conscientes a través de alguna forma de autoexpresión, permitiendo la asimilación de contenidos inconscientes. Esta acción no se puede hacer, "por medio de un descenso a la esfera de los instintos, el cual sólo conduce a una inconsciencia incapaz de conocimiento o, peor aún, a un substituto intelectualista de los instintos" (JUNG, 1991, pag.155), sino que debe hacerse "a través de la integración de la imagen que significa ,y al mismo tiempo evoca, el instinto, aunque en una forma bastante diferente a la que se da en nivel biológico"(SHARP, 1994, pag.29). Este método tiene dos etapas: un sueño similar al que se realiza con los ojos abiertos, de naturaleza pasiva, y la participación consciente en las imágenes fantaseadas, de naturaleza crítica. Muchos arquetipos deben satisfacerse, ya que constituyen poderosas necesidades humanas, cuya frustración provoca trastornos graves en la personalidad, ya que son instigaciones que vienen de nuestro interior. La falla en tomarlos en cuenta, como la falta de conocimiento o atención a fuerzas externas, los dotan con poder sobre nosotros, adueñándose del ego cuando no han sido satisfechos a través de la conducta. Generalmente, la religión y las tradiciones culturales han sido la expresión externa de los arquetipos, con distintos ritos y acciones que preparaban al individuo para enfrentarse a la fuerza de éstos de una manera integral; en nuestra cultura, la pérdida de estos baluartes ha dado lugar a la creación de variados "ismos" (comunismo, capitalismo), que creen borrar la supersticioso de las costumbres a partir de los supuestos racionales, pero que no entregan los elementos espirituales que permitan encarar al arquetipo de manera constructiva, haciendo caer a los individuos en la masa y en la consciencia social, dejándolos a merced del poder del inconsciente colectivo.